Qué es | Síntomas | Causas | Diagnóstico | Tratamiento | Terapia depresión | Antidepresivos | Pronóstico
La depresión es una enfermedad muy frecuente que afecta a más de 300 millones de personas de todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que una de cada cinco personas la sufrirán a lo largo de sus vidas, afectando al doble de mujeres que hombres. La depresión, en los casos más graves, puede conducir al suicidio, ya que multiplica por 20 el riesgo de suicidio consumado. Además de ser una enfermedad muy frecuente y potencialmente letal, es la principal causa mundial de discapacidad, por delante de las enfermedades cardiovasculares y del cáncer.
Depresión mayor
La depresión es una de las enfermedades más frecuentes en el ser humano, sobre todo en la mujer. No solo afecta a muchas personas, sino que también es una enfermedad crónica que tiende a aparecer recurrentemente en forma de episodios. Esto hace que sea considerada la primera causa mundial de discapacidad, tanto en mujeres como en varones, por delante de las enfermedades cardiovasculares y del cáncer. Se estima que 3000 personas se suicidan cada día en el mundo como consecuencia de la depresión que sufren. Esto supone no solo la pérdida de la vida para la persona que se suicida, sino también una importante carga emocional para sus familiares y allegados.
A pesar de tratarse de una enfermedad tan importante, no parece que la sociedad esté preparada para reconocerla ni para buscar ayuda profesional cuando ocurre. Según el estudio ESEMeD, en España, el 59 % de los pacientes con depresión no acuden al médico en el último año. Entre ellos, hasta el 76 % no recibe ningún tipo de tratamiento para su depresión. Por tanto, podemos concluir que la depresión no está siendo correctamente diagnosticada ni tratada, en parte porque la población no acude al médico. Esto se debe probablemente al estigma social sobre la enfermedad mental, a la falta de recursos para informar a la población sobre las enfermedades mentales y a la falta de profesionales entrenados. Los profesionales sanitarios deberían ayudar a reducir el estigma social, a dar a conocer los síntomas principales de la depresión a sus pacientes, a diagnosticar la depresión y a tratar la depresión.
Diferencia entre depresión y tristeza
Cabe diferenciar la depresión mayor de la tristeza, entendida la primera como enfermedad. La tristeza es una de las seis emociones básicas del ser humano y, por tanto, todos la experimentamos en distintos momentos de nuestra vida. Sin embargo, la depresión es una enfermedad grave que no es simplemente estar triste.
Para el diagnóstico de Trastorno depresivo mayor es preciso cumplir una serie de criterios clínicos. Los síntomas cardinales son: estado de ánimo triste durante la mayor parte del día y pérdida de interés o placer por las actividades cotidianas. Para que se pueda considerar depresión mayor, la duración de estos síntomas debe ser superior a dos semanas (aunque la mayoría de los episodios durante bastante más).
Las situaciones de duelo por la pérdida de un ser querido suelen conllevar un importante sufrimiento, pero no induce habitualmente un episodio depresivo. El duelo sería, por tanto, en estos casos un ejemplo de tristeza normal. No deja de ser cierto que, sobre todo en personas vulnerables a la depresión, el duelo puede provocar un episodio depresivo. En estos casos, es necesario un tratamiento y la evolución del duelo va a ser mucho más complicada.
Aunque a veces pueda existir controversia a la hora de dibujar la línea que separa la tristeza normal de la depresión mayor, el verdadero debate está en la realidad de estos dos grandes problemas: la depresión está infradiagnosticada e infratratada. Esto quiere decir que muchas depresiones quedan sin identificar y que, incluso aquellas que sí han sido diagnosticadas, reciben un tratamiento insuficiente.
Los principales motivos por los que no se diagnostican todos los casos de depresión son:
Escasez de recursos humanos en los centros sanitarios para atender a toda la población.
Escasa formación en la detección de la depresión entre buena parte de los profesionales sanitarios.
Persistencia de un estigma social hacia la salud mental.
Definición de Depresión mayor
La Depresión es un trastorno mental que consiste en la presencia de una serie de síntomas liderados por un bajo estado de ánimo o una pérdida de interés durante por lo menos dos semanas. En realidad, la mayoría de los episodios depresivos suelen durar meses. Al bajo estado de ánimo o a la pérdida de interés (o placer), se añaden los siguientes síntomas depresivos, que ocurren casi todos los días:
pérdida importante de peso o aumento de peso
aumento o disminución del apetito
insomnio o somnolencia diurna
pérdida de energía o fatiga
sentimientos de culpa excesiva o inapropiada
sentimientos de inutilidad
estado de agitación o, todo lo contrario, enlentecimiento del pensamiento y del movimiento
disminución de la concentración de la capacidad de pensar
pensamientos de muerte recurrentes
El diagnóstico de la depresión se realiza mediante una entrevista clínica con un profesional experto: psiquiatra o psicólogo clínico. Aunque es conveniente realizar algunas pruebas médicas para descartar otras enfermedades, la depresión no se diagnostica con ninguna prueba específica.
La depresión debe prevenirse y tratarse desde el primer momento por las graves consecuencias que puede conllevar. La depresión incrementa el riesgo de suicidio y es una de las principales causas mundiales de discapacidad. La eficacia del tratamiento de la depresión es mayor al comienzo del episodio. Recibir un tratamiento eficaz mejora el pronóstico de la depresión y previene de sufrir nuevos episodios depresivos.
Clasificación de la Depresión mayor
El diagnóstico de Depresión mayor o Trastorno depresivo mayor está recogido en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) como una de las enfermedades más frecuentes y discapacitantes. En la última edición de este manual, el DSM-5, se decidió separar en dos categorías distintas la Depresión mayor y el Trastorno bipolar. Por tanto, según esta última edición del manual, la Depresión mayor se englobaría dentro de los Trastornos depresivos. Mientras que, en la versión anterior, DSM-IV, compartía categoría diagnóstica con el Trastorno bipolar, denominándose Trastornos del estado de ánimo.
A los Trastornos del estado de ánimo también se los ha denominado trastornos del humor y trastornos afectivos. El afecto es la manifestación externa del estado de ánimo de una persona. Es decir, el reflejo externo de cómo se siente internamente. Por tanto, el afecto es aquello que percibimos de las personas cuando están sintiendo una emoción internamente o presentan un estado de ánimo determinado. Por ejemplo, las personas con estado de ánimo deprimido van a reflejar en su cara tristeza, apatía en su conducta y falta de interés en su ilusión por las cosas.
Los Trastornos depresivos tienen en común la presencia de un ánimo triste o irritable o un sentimiento de vacío, acompañado de cambios físicos y cognitivos que afectan de forma significativa a la funcionalidad de la persona. Entre los distintos tipos de Trastornos depresivos, la diferencia se encuentra en la duración de los síntomas, la presentación temporal y el supuesto origen. Los Trastornos depresivos son:
Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo
Trastorno de depresión mayor
Trastorno depresivo persistente o Distimia
Trastorno disfórico premenstrual
trastorno depresivo inducido por una sustancia o medicamento
Trastorno depresivo debido a otra afección médica
Otros trastornos depresivos
En este artículo vamos a desarrollar el trastorno más frecuente de este grupo: Trastorno de depresión mayor. Vamos a hablar de las causas de la depresión, de sus síntomas, de cómo se diagnostica la depresión, cómo se trata la depresión y cuál es el pronóstico de la depresión.
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