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Los síntomas del Trastorno por estrés postraumático aparecen tras la exposición a un suceso traumático. Este hecho, supone una importante diferencia con otros trastornos mentales que no suelen estar precedidos de ningún evento concreto, como ocurre en la depresión, la ansiedad, el TOC, las crisis de pánico o la agorafobia. Esta diferencia ha hecho que en la última edición del manual de los trastornos mentales (DSM-5), el estrés postraumático se clasifique de forma independiente a los trastornos de ansiedad, como se hacía antes.
Que es un suceso traumático en el estrés postraumático
Hablamos de suceso traumático para referirnos a aquellas experiencias vitales que pueden desencadenar un estrés postraumático. Situaciones como la violencia sexual, sufrir lesiones graves como consecuencia de una agresión o un accidente y presenciar la muerte violenta de otra persona, son sucesos traumáticos subsidiarios de producir estrés postraumático. En algunas ocasiones la exposición a este tipo de acontecimientos es en forma de amenaza y no necesariamente debe producirse un daño físico real. Por ejemplo, en un atraco a mano armada que termine sin heridos no evita que haya habido una amenaza grave a la integridad física de una o varias personas. Tanto experimentar en primera persona el atraco como presenciarlo en tercera persona como espectador puede provocar un estrés postraumático.
En algunas ocasiones, la exposición al suceso traumático no es directa, sino que se tiene conocimiento de que una persona cercana (familiar próximo o amigo íntimo) ha sufrido el suceso traumático. Por ejemplo, puede ser causa de un estrés postraumático la experiencia de la esposa de un soldado que relata sus experiencias en combate por carta. Sin embargo, ver en un telediario una imagen de un país en guerra (salvo que conozcamos personalmente a las personas involucradas) no es un criterio para diagnosticar un estrés postraumático.
¿Qué eventos traumáticos pueden provocar un estrés postraumático?
El Trastorno de estrés postraumático (TEPT) se caracteriza esencialmente por el desarrollo de síntomas específicos tras la exposición a uno o varios sucesos traumáticos. El término estrés postraumático se puede utilizar sin rigor para referirse al miedo que una persona puede presentar tras experimentar un momento difícil en su vida. Para poder diagnosticar correctamente el TEPT debemos conocer qué situaciones van a ser consideradas acontecimientos traumáticos para el desarrollo del trastorno.
Los eventos traumáticos del Trastorno por estrés postraumático pueden ser experimentados directamente, presenciados directamente o conocidos a través de la experiencia directa de un allegado.
A continuación, vamos a enumerar aquellos eventos traumáticos que se consideran para el diagnóstico de Trastorno por estrés postraumático cuando se experimentan directamente:
exposición a la guerra, tanto como militar combatiente como civil afectado
experimentar o presenciar en directo ataques terroristas
ser secuestrado o tomado como rehén
tortura
amenaza o asalto (robo, atraco, agresión física o abuso físico en niños)
amenazas o abuso sexual
encarcelamiento como prisionero de guerra
desastres naturales o por causa humana
accidentes de tráfico graves
incidentes médicos (como despertarse en medio de una cirugía o tener una reacción alérgica grave a un medicamento)
En el caso de que el acontecimiento traumático no sea experimentado, sino presenciado directamente, podemos considerar las siguientes situaciones:
presenciar la guerra o los desastres naturales (por ejemplo, los reporteros)
observación de amenazas de muerte o lesiones serias
la muerte accidental o los accidentes graves
el asalto físico o sexual violento a otra persona
la violencia doméstica
Por último, el acontecimiento puede haberle sucedido a un familiar cercano o amigo íntimo. Estos acontecimientos tienen que ser experiencias violentas con lesiones graves o muerte, por accidentes o asaltos. Experiencias de abuso sexual en familiares cercanos, sobre todo menores a cargo, pueden ser muy traumáticas.
En general, las experiencias que involucra la mala intención de otra persona (como la agresión física de una persona a otra, la tortura o el abuso sexual) son las que pueden provocar los síntomas más graves y de mayor duración.
¿Qué eventos no se consideran traumáticos en el estrés postraumático?
Es muy importante tener en cuenta que no cualquier evento considerado por una persona como traumático puede ser considerado criterio para el estrés postraumático. A este respecto, debemos dejar claro que NO son acontecimientos traumáticos:
afecciones médicas, aunque sean potencialmente mortales
enfermedades degenerativas o debilitantes, como el Parkinson, la esclerosis múltiple o el Alzheimer
la muerte por causa natural.
Factores de riesgo para el estrés postraumático
Los factores de riesgo para el estrés postraumático los podemos dividir en tres categorías: pretraumáticos, peritraumáticos y postraumáticos. Los factores pretraumáticos van a ser el estado socioeconómico y la presencia de trastornos mentales previos. Los factores peritraumáticos van a depender del tipo de evento traumático. Por último, los factores postraumáticos van a ser las consecuencias del evento traumático y las estrategias de afrontamiento de la persona que lo ha sufrido.
Factores de riesgo pretraumáticos
Algunas personas pueden tener una genética que predisponga más o menos a sufrir un trastorno por estrés postraumático, aunque este no parece ser uno de los factores más importantes. Sin embargo, sí se ha podido comprobar que es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, especialmente en mujeres jóvenes.
La presencia de algún problema de salud mental previo, como trastorno de pánico, depresión, TOC, predisponen a la aparición de estrés postraumático.
Las personas con bajo nivel socioeconómico y pobre educación tienen más riesgo para desarrollar un estrés postraumático. Así como las personas que han estado expuestas anteriormente a algún trauma, especialmente durante la niñez, o que han sufrido acontecimientos adversos a esta edad. Algunos de los acontecimientos adversos en la infancia serían las penurias económicas, las familias disfuncionales, la separación de los padres o la muerte de algún progenitor o hermano.
Como factor de protección destaca la red de apoyo social anterior a la exposición al evento traumático.
Factores de riesgo peritraumáticos
La gravedad del trauma es uno de los principales factores de riesgo. Cuanto más grave sea el trauma, mayor es la probabilidad de estrés postraumático. Eventos traumáticos en los que se han producido lesiones personales, en donde el peligro de muerte fue alto o en el que hubo violencia interpersonal tienen más probabilidades de provocar un estrés postraumático. Es de especial relevancia cuando el trauma es perpetrado por un cuidador o cuando se amenaza o agrede a un cuidador (como en la violencia de género o doméstica).
Si durante el acontecimiento traumático se producen síntomas disociativos, las probabilides de desarrollar un estrés postraumático son mayores y tienen más probabilidades de persistir después.
En el caso de militares en combate, ser autor o testigo de atrocidades y matar al enemigo son factores de riesgo.
Factores de riesgo postraumáticos
Tras el evento traumático pueden seguir dándose situaciones que favorezcan el desarrollo y persistencia de un trastorno por estrés postraumático. Estas situaciones postraumáticas puede ser la exposición a recuerdos molestos repetitivos o a otras consecuencias indirectas del evento traumático (como consecuencias financieras, legales o sociales).
La presencia de un Trastorno de estrés agudo en los primeros días tras la exposición es un factor de riesgo para un ulterior Trastorno por estrés postraumático. También son factores de riesgo la escasez de estrategias de afrontamiento y la presencia de evaluaciones negativas (“no voy a poder mejorar”, “no voy a olvidar lo que me ha pasado”).
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